Un regalo que no tiene precio

En estos días donde la única compañía que tienes es tu familia, donde tu casa es tu mejor y único refugio y donde los aplausos a las ocho de la tarde es la señal que te indica que ya ha pasado un día mas y que nos queda un día menos, siempre pienso en como estarán mis alumnos y mis alumnas.

Estos niños y estas niñas están demostrando una valentía que sobre pasa fronteras, que sonríen, que se divierten, que juegan, que trabajan y que son capaces de llevar “un horario” en estos días en el que es difícil diferenciar un martes de un miércoles.

Y a nuestro lado, codo con codo y mensaje tras mensaje, están mis Familias, que hacen de puente de oro mediante el cual yo puedo llegar con mas facilidad a “ mis niños y mis niñas” sin ellas esto sería mucho mas complicado.

Pues a ellas agradezco en cada mensaje esa cercanía, esa colaboración y ese buen hacer en tiempos complicados de gestionar. Y hoy aún mas por el regalo que me han hecho, una sorpresa que no tiene precio, que hace que me acerque aún mas a ellas y a mi alumnado, que cada vez que lo miro me emocione y que sin duda soy muy afortunada de tenerlas conmigo, GRACIAS DE TODO CORAZÓN.